«REQUIEM POR LA MOLINETA», artículo del arqueólogo Domingo Ortiz Soler

Foto de Domingo Leiva

«Vamos a jugar a ser futuristas, a ver lo que está por venir. En la sociedad actual se viene conjuntado los conceptos de cultura-ocio-turismo, “estado de bienestar”, que a través de las voces políticas se transmite al ciudadano esa sensación de que “todo va bien”, “todo se hace” según lo “previsto”, etc.

Y para completar la retahíla de adjetivaciones, ideas y conceptos, se reutilizan muy a menudo la “palabra” (para ellos) etnografía, cultura etnográfica, cultura popular, etc., etc., sin conocer para nada su concepto y significado, no sólo desde el punto de vista de la investigación antropológica o etnohistórica, sino también de la proyección socio cultural y turística que conllevan los resultados de nuestras investigaciones de campo en estas disciplinas. Se transmite de ‘boca a boca’ entre los medios administrativos locales las excelencias del Patrimonio Etnográfico (con mayúsculas), con la proyección de Centros Etnográficos, pero nunca se cuentan con especialistas de reconocida experiencia en estos campos, como expertos en la proyección cultural y social de las investigaciones, delegando proyectos a empresas que no disponen de los técnicos apropiados, o cuando los justifican no tienen la suficiente experiencia y conocimiento del territorio, al contratarlos de fuera, invirtiendo, pues, dinero público en actuaciones sin sentido e incoherentes con el pasado de los elementos de interés etnográfico o histórico puestos en valor.

A colación del escabroso tema del Paraje de La Molineta, con sus connotaciones especulativas relacionadas con “el ladrillo”, hagamos un acto de conciencia y reflexionemos sobre la proyección de este espacio del antaño rural y agroindustrial, herencia de nuestros bisabuelos y abuelos que transformaron aquel medio natural en un intento de recuperar la vida de subsistencia en una ancestral economía almerienses de explotación puramente decimonónica.

Este entorno del Paraje de La Molineta tienen todas las singularidades propias para su reconversión en un Parque Etnográfico, con sus Centros de Interpretación relacionados con todos los ámbitos ecológico y de huella antrópica, todo ello actualmente en grado de deterioro en que se encuentra y que ha avanzado desde que realizamos el estudio Cortijos, Haciendas y Lagares, Arquitectura de las grandes explotaciones agrícolas de Andalucía, para la Dirección General de Arquitectura y Vivienda de la Consejería de Obras Públicas ya en 1996, y para otros estudios similares.

Dicho grado de deterioro en el que se encuentra, se cierne sobre todo en los elementos arquitectónicos de hábitat como el cortijo Arcos de La Molineta con su estructura circular de la torre de  una molineta o el impresionante cortijo Góngora, muy apropiado para su reconversión en un Centro de Visitantes y otros usos públicos socioculturales…, así como las infraestructuras relacionadas con la hidráulica y otras “industrias” rurales (caleras, yeseras).

La repercusión de su recuperación y uso son infinitas para favorecer el desarrollo cultural, turístico y económico y como valor añadido la revitalización de los barrios adyacentes. Es de indudable valor para su conservación integral relacionada con los  complejos hidráulicos tradicionales, cultura agropastoril, etc.

Actualmente esta área ofrece un potencial inestimable tanto para la investigación etnográfica como para el entorno natural y ecológico.

Una vez más el “progreso mal entendido” reclama siempre los espacios patrimoniales para su especulación, en este caso urbanística, entrando en un debate político y ciudadano para su conservación integral como parque periurbano de la ciudad de Almería. Un loable movimiento ciudadano, la Asociación de Vecinos La Palmera, reivindica la preservación de este espacio de alto valor etnográfico y paisajístico, mediante la creación de foros y campañas de recogida de firmas.

Nosotros como expertos en Patrimonio y su proyección de puesta en valor, abogamos por la conservación de este espacio patrimonial, ya que nos encontramos ante una oportunidad única de recuperación de un espacio natural, ecológico y antrópico para el disfrute de los ciudadanos y valorización del desarrollo urbanístico de los barrios de alrededor.


Damos, pues, nuestro apoyo al colectivo La Palmera en sus reivindicaciones y colaboración en la aportación de ideas y desarrollo de proyectos, planteando alternativas que puedan permitir mantener este espacio único, compaginándose con el desarrollo de áreas limítrofes que no afecten al entorno y con un cuidado diseño urbanístico y de arquitecturas apropiadas que no afecten como impacto ambiental. Apoyándo su reconversión en una zona verde en la que queden conservados todos los elementos antrópicos de su uso tradicional como espacio agropecuario que fue en su tiempo histórico, y su paisaje agrario: sistemas articulados de abancalamientos en balates, vegetación de arbustos y arbolados, elementos constructivos relacionados con el agua y regadío, paso de ganado como parte del cordel de La campita, de la que ya documentamos parte de este trazado en el estudio etnográfico que realizamos (Atlas Etnográfico de los Campos de Níjar) [1] y en el estudio-Catálogo del proyecto Cortijos Haciendas y Lagares [2] , que realizamos para la Dirección General Arquitectura y Vivienda de la JJAA.

Una manera de redimensionar los usos turísticos-recreativos existentes en estas zonas de monte cercanos a la ciudad, incluso por su interés geológico, para ofertar a un geoturismo y senderismo especializado. Un proyecto colectivo al que se sumen todos lo agentes sociales e investigadores.

La carencia de espacios libres en donde se ubiquen elementos patrimoniales son escasos; y nos hace falta zonas de esparcimiento, que a la vez sean culturales, de disfrute y aprendizaje, y, en este caso de La Molineta, disponemos de un espacio agrario tradicional único, inédito en su género –de los muchos que venimos estudiando en la provincia- en donde el afloramiento rocoso conforma un relieve geomorfológico singular, en donde se combinan perfectamente vegetación autóctona, arquitectura vernácula de cortijos y otras arquitecturas agropecuarias así como conjuntado con un interesante complejos articulados de balsas, acequias, canales de aquélla infraestructura hidráulica del pasado más antiguo y reciente a la vez, creado por una cultura rural dedicada a dar vida a un medio agreste y de escasez de agua.

Este espacio agrorural está destinado como Bien de Interés Cultural por sus valores etnográficos y debe estar incluido en el Catálogo Andaluz de Patrimonio.

Desde que realizamos nuestro estudio en 1996 para el proyecto de estudio de Arquitectura Agrícola de Andalucía, ya observamos que este paraje dispone de suficientes elementos antrópicos y naturalistas para un reconocimiento oficial  de sus valores ecológicos, paisajísticos, culturales y etnográficos para que se le imponga un nivel de protección específico que preserve y promocione los valores establecidos.

Hay que dejar las  ambigüedades administrativas y concretar una catalogación adecuada al constituir un ejemplo único del tradicional sistema articulado de captación, conducción, almacenamiento y trasvase del agua que mantenía la agricultura tradicional en la zona y que ha quedado como impronta identitaria de una tradición tecnológica agro-hidráulica.

Las reivindicaciones del colectivo están dando resultados incipientes para que la administración intervenga desde al menos 60 ha, recogido en el PEGOU. La idea de crear un área supracomarcal es loable, a la hora de conectar con los municipios limítrofes a la capital del Bajo Andarax, ya que desde antaño esta ha sido una zona de paso entre las áreas geográficas de las vertientes de Sierra de Gádor.

Ya en el 2009 se inician los trámites para la declaración de BIC de La Molineta para que se inscriba en el catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía, con todos los bienes etnológicos de este paraje, que sean susceptibles de ello, tales como los cortijos existentes, la propia estructura constructiva de la molineta y las grandes balsas, otros sistema hidráulicos y canteras.

Ya desde 2008 IU propuso una Proposición no de Ley relativa a la declaración del Paraje Etnográfico de La Molineta, con el fin de conseguir la protección de esta zona por su alto valor etnológico, ecológico, paisajístico y cultural, para sacarlo de la calificación de suelo urbano; una propuesta a la que se suma el PSOE con la abstención del PP.

Este imaginario urbano en mente de estas generaciones que lo han vivido, aún hoy 2013 se encuentra en precario y aún todavía con futuro incierto, de este lugar del imaginario popular como huella de las Señas de Identidad espaciales y arquitectónicas.

Un espacio natural con un endemismo único de la singularidad almeriense.

Saber mirar lo nuestro. SALVEMOS La Molineta».

Domingo Ortiz Soler

Gabinete AREA (Actividades de Restauración, Etnografía y Arqueología)

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