SICILIA 2016. Libro de Viaje de Amigos de la Alcazaba (IV)

Cuarto día. Jueves 8 de diciembre. Ragusa, Módica

Después de un buen desayuno, nos disponemos a visitar Ragusa y Módica.

En 1623 un terrible terremoto azotó Sicilia. La reconstrucción de Módica y Ragusa fue inmediata. Gracias al empeño de la aristocracia local y al aprendizaje del barroco italiano, Sicilia alumbró un barroco propio y muy característico. La UNESCO ha reconocido la belleza de estas dos ciudades declarándolas Patrimonio la Humanidad.

No hubiera sido justo dejar fuera de nuestro recorrido por Sicilia la ciudad de Ragusa. Una “isla dentro de la isla” como la denominan los que la conocen bien, por tratarse de una provincia tradicionalmente ajena al movimiento urbano de las masificadas Palermo y Catania. La catedral de S. Giovanni Battista, el Collegio di Maria, el Palazzo Zacco, la iglesia del Carmine, el Palazzo Sortino Trono y el Duomo di S. Giorgio, situado entre un conjunto de palacios barrocos, son algunas de sus edificaciones más importantes.

Nuestra visita coincidió con la celebración de la Inmaculada, fiestas, procesiones religiosas y actos cívicos. Lo celebramos con degustaciones de chocolate y algún vino de Marsala. Nuestra comida en la Osteria Sapori Perduti fue apabullante:
Entrantes: bolas de arroz con carne bruscheta, requesón, queso, huevo escaldado, berenjena a la parrilla, aceitunas, salchichas secas y caponata. Primero: raviolis de requesón con salsa, pasta fresca con tomate y berenjena. Segundo: cerdo negro con salsa. Tercero: ternera asada con patatas cocidas al horno. Postre: cannoli de requesón. Pan y vino, café y limoncello.

Módica es otra ciudad barroca siciliana declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Se halla a apenas veinte kilómetros de Ragusa y al aproximarse a ella uno aprecia a vista de pájaro su precioso centro histórico con la iglesia de San Jorge presidiendo la ciudad.

Módica fue uno de los feudos más importantes de sicilia. Lo atestiguan las iglesias, monasterios y palacios que se pueden admirar en la ciudad.

Prevalece el aspecto tardo-barroco, que se remonta casi completamente a después del terremoto (1963),  lo que hace que esta ciudad sea tan única y encantadora; además,  de la presencia de pintorescos senderos y callejuelas, llenos de viejas tiendas, casonas o ricos edificios.

Sobresale el Castillo de los Condes de Módica, la Iglesia de San Pedro,

el Convento de Santa Maria del Gesù y la magnífica Catedral de San Jorge.

Módica, una maravilla del barroco siciliano. Y un placer de los dioses degustar su famoso chocolate modicano, frío o caliente, que se realiza en esta ciudad siguiendo el método traído desde las Américas españolas.

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