Defensa y difusión

ESTE 24 DE AGOSTO PUEDE QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE SE RINDA HOMENAJE A LOS COLORAOS EN LA PLAZA VIEJA. POR SEGUNDA VEZ EN 122 AÑOS, UN AYUNTAMIENTO ELIMINARÁ EL PINGURUCHO DE LA PLAZA VIEJA.

A principios del siglo XIX Europa asistía a la batalla por la libertad contra el Antiguo Régimen y el absolutismo. España también mantenía esa lucha y lo hacía en medio de una guerra de liberación nacional. En 1812 en Cádiz se aprobó la primera Constitución Española. Sin embargo, el rey Fernando VII la anuló por dos veces: en 1814 tras su regreso a España y en 1823 tras el llamado Trienio Liberal. Comenzaba así un periodo negro de nuestra historia, conocido como la “Década Ominosa”, con una feroz represión contra el liberalismo. Pero también en ese periodo hubo una resistencia freta al absolutismo y se produjeron intentos armados por recuperar la Constitución de 1812 y un régimen de libertades.

Almería tuvo el honor de ser uno de los primeros lugares, gracias a la valiente y decidida acción de un grupo de liberales que desembarcaron en nuestra tierra en agosto de 1824, al grito de “¡Libertad o Muerte!” . Pero traicionados, fueron detenidos y fusilados el 24 de agosto. Su empresa fracasó, pero su ejemplo pasó a la historia de los almerienses. Eran los “Coloraos”, llamados así por el color de sus uniformes

En otros lugares de España también se produjeron estas intentonas liberales y su recuerdo, tras a muerte del rey felón, es honrado hasta nuestros días. Así en la provincia vecinas de Málaga el fusilamiento del general Torrijos quedó inmortalizado en el Museo del Prado, mientras en Granada la muerte de Mariana Pineda inspiró al poeta García Lorca. Además, en ambas ciudades se levantaron monumentos cívicos presidiendo las plazas más dignas, donde permanecen y se les honran.

Almería también fue digna con sus héroes. En Almería en 1837 se rindió homenaje a estos “Mártires de la Libertad Nacional” , construyéndose el primer monumento conmemorativo. Comenzando de esta manera la tradición, de actos institucionales y ciudadanos para rendir homenaje a aquellos que dieron hasta su vida por nuestra Libertad.

En 1868 el Ayuntamiento aprobó levantar en la Puerta de Purchena “un monumento de gloria nacional que debe perpetuar la memoria de aquellos desventurados mártires de la Libertad, que vinieron a derramar su preciosa sangre en esta capital el 24 de agosto del año 24 de la tiranía que hoy tan gloriosamente ha sido vencida”. Treinta años después se decidió trasladarlo junto al Ayuntamiento, la sede de la representación ciudadana en la Plaza Vieja, que en esos momentos comenzaba la espléndida reforma de su ayuntamiento y sus edificios, además de plantar un circulo de árboles. Y allí debería permanecer el popular “Pingurucho” desde hace 122 años de no haber sido por un ayuntamiento franquista, que en 1943 decidió eliminarlo de la plaza para no molestar a Franco en su visita a nuestra ciudad. Una ignominia que seria reparada tras la vuelta de la Democracia a España.

Sin embargo, de manera sorprendente el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería ha decidido eliminar el Pingurucho de los Coloraos. Sería la segunda vez que desde 1900 un ayuntamiento elimina el Pingurucho de la Plaza Vieja. Lo hará en contra de la opinión general expresada por la ciudadanía, de asociaciones y colectivos culturales, vecinales, ecologistas, colegios profesionales, etc. Por ello, este 24 de agosto puede que sea la última vez que se rinda homenaje al Monumento de los Coloraos en nuestra Plaza Vieja.

La decisión del Ayuntamiento resulta incomprensible y en varias ocasiones se ha negado a confrontar sus razones en debates públicos, además de negar todas y cada una de las 117 aleaciones que se presentaron por escrito y no tener en cuenta las 27.000 firmas que se recogieron. Lo único claro es que no quiere tener en nuestra Plaza de la Constitución a nuestro. Un monumento a los Mártires por la Libertad que se instaló en nuestra Plaza Vieja en 1900 por su simbología constitucional, que dialoga con el edificio del Ayuntamiento y el resto de edificios que se levantaron en aquellos años, y hasta con los árboles que se entonces plantaron y que ahora también se van a eliminar. Que la operación, junto a la eliminación del arbolado y enlosado de la plaza, cueste a los ciudadanos almerienses 2,384.822,40 euros, pese a los duros tiempos y necesidades vitales que vivimos, tampoco parece importar. Todo se justifica con tal de eliminar el Pingurucho y trasladarlo a otro lugar descontextualizado de su historia y su simbología.

Por si fuera poco, este año el Ayuntamiento no ha querido organizar el tradicional acto en la Plaza Vieja en conmemoración de los Mártires de la Libertad. Ni siquiera han tenido una mínima consideración, siendo éste el último acto que se celebraría ante el monumento que están dispuestos a eliminar. Que los “Coloraos” no han sido nunca queridos por este Ayuntamiento es una evidencia, que ha quedado patente, de manera soez, en la firme voluntad de eliminar el monumento que los recuerda y honra en nuestra Plaza Vieja. Pese a toda la oposición ciudadana, pese a lo que significa una inversión millonaria en estos tiempos de penurias para tantos almerienses.