«EL CORTIJO DEL FRAILE SE MUERE». Artículo de María Teresa Pérez Sánchez, Presidenta de la AAAA.

 

Fotografía de A. de la Paz

Los antiguos cortijos andaluces eran protagonistas en el informativo del jueves  en nuestra televisión autonómica. Las imágenes mostraban bellísimos cortijos, magníficamente restaurados,  que son hoy atractivos lugares   para el disfrute  de turistas y viajeros y fuente sostenible de recursos para su entorno rural.

De manera inmediata rememoré la última visita de nuestra Asociación el pasado 17 de junio, hace menos de tres semanas. Con la luna llena y el acompañamiento de numerosos amigos: Amigos del Parque Natural, Taller de Urbanismo y Arquitectura Sostenible, Juan José Ceba, Sensi Falán… volvimos a disfrutar de la poesía y la música e intentamos conjurar, con nuestra presencia y reivindicación, lo que parece una auténtica maldición: El Cortijo del Fraile agoniza, se cae a pedazos. Ahora corre serio peligro la torre  de la ermita, que si no se interviene  pronto, se derrumbará. Cinco meses después de que haya sido declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico, el Cortijo del Fraile se muere.

Recordemos que la declaración de Bien de Interés Cultural es la máxima categoría de protección otorgada tanto por la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 como por la andaluza de 2007, a un bien patrimonial, permitiéndole  “gozar de una singular protección y tutela”. Nuestra Asociación se felicitaba por esta declaración,  pero también señalábamos lo evidente: La declaración no basta sino que  hace aún más sangrante la situación actual.

 Sus propietarios actuales (Agrícola “La Misión”) han dejado en un clamoroso abandono el edificio durante muchos años, ante la pasividad y negligencia de la Consejería de Cultura y también del Ayuntamiento de Níjar. Recordemos que también están protegidos por la ley desde 1949  los  monumentos vecinos del Castillo de la Cala de San Pedro, en imparable ruina, y el Castillo de los Alumbres, que este año cumple su V Centenario también con amenaza de  derrumbe. Los tres tienen en común, además de ser Bienes de Interés Cultural en riesgo de destrucción, estar  en nuestro Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, buque insignia de nuestro turismo y nuestros espacios naturales protegidos  y… ser de propiedad particular

Es inadmisible que la empresa propietaria del Cortijo del Fraile siga deshojando la margarita, coqueteando con la administración, mostrando impúdicamente sus derechos de propiedad  en una suerte de chantaje a toda la sociedad, depositaria última de ese bien patrimonial, mientras la administración hace dejación de los recursos que la misma Ley de Patrimonio pone en sus manos. Esto no puede ni debe consentirse por más tiempo. Los propietarios no sólo tienen derechos sino  también obligaciones con respecto a la conservación de los bienes culturales, y ante la tibieza de la administración en exigirles su cumplimiento, se animan a especular y vislumbran jugosos beneficios con posibles intercambios de parcelas o recalificaciones de suelo. Todo tiene sus límites y la ley los establece con claridad. Amigos de la Alcazaba consideraría un fraude que la deseable titularidad pública se hiciese a costa de que la pagaran  los ciudadanos al precio que fijaran sus actuales propietarios. Hay otras opciones. En todo caso, el futuro del Cortijo del Fraile pasa porque se cumpla la Ley de Patrimonio Histórico. Si se hace, se habrán dado los primeros pasos para salvarlo  realmente.

María Teresa Pérez Sánchez

Presidenta de la Asociación de Amigos de la Alcazaba

Pintura de Adela Abad

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