LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL FERROCARRIL DE ALMERÍA-ASAFAL QUIERE RECUPERAR EL PRIMER TRAMO DEL ANTIGIO FERROCARRIL DE SIERRA ALHAMILLA PARA CONVERTIRLO EN UNA VIA VERDE

Foto de Rafael Ramos Fenoy, Premio Paisajes

«Si hace un año preguntamos en Almería por el paraje de El Chorrillo, probablemente hubieran sido pocas las personas capaces de ubicar dónde se encuentra tan singular escenario. Hoy, tras el paso de la gran superproducción cinematográfica sobre la vida de Moisés, se ha convertido en un lugar casi de peregrinación para nativos y foráneos buscando los restos de los decorados que recreaban lugares del lejano Egipto. Bienvenido sea si con ello hemos descubierto un entorno tan cercano y de gran valor paisajístico.

Situado en la falda de Sierra Alhamilla, muy próximo al balneario del mismo nombre, en el término municipal de Pechina y a escasos kilómetros de la capital, tuvo una época de febril actividad minera no tan conocida como su faceta cinematográfica y que propició la construcción de un pequeño ferrocarril gracias a la iniciativa del neoyorquino William Dexter Marvell.

Concebido a finales del siglo XIX para transportar mineral de hierro desde varias explotaciones mineras de la parte occidental de Sierra Alhamilla hasta la playa de las Almadrabillas de Almería, fue el primer ferrocarril que llegó a la capital almeriense (1888). Su existencia fue azarosa desde su misma gestación y tuvo una vida corta (el último tren circuló en 1927), sin embargo, nos ha quedado un legado patrimonial que deberíamos proteger del deterioro físico y del olvido.

Este ferrocarril minero tenía una longitud total de 15.859 m., entre El Chorrillo y el muelle de Almería, con una pendiente media de 22 milésimas y un ancho de vía peculiar, 914 mm. ó 3 pies ingleses. Contaba con cinco estaciones: El Chorrillo, Alfaro-cargadero, Pechina, Huércal y Almería, de las que únicamente subsisten la primera y la tercera, aunque muy deterioradas. A las estaciones de El Chorrillo y Alfaro llegaban los cables aéreos con el mineral procedente de varias minas y, por tanto, eran los puntos de carga del ferrocarril.

Habitualmente circulaba un tren diario cargado con mineral de hierro entre El Chorrillo y el muelle de Almería, descargándose en la playa de las Almadrabillas para su posterior embarque en las barcazas hasta los buques fondeados en la bahía. También hubo trenes de viajeros y mixtos para comunicar la capital con el famoso balneario de aguas termales y las poblaciones intermedias.

Como dato curioso, las primeras locomotoras de vapor que se pusieron en servicio procedían de Estados Unidos (posteriormente se sustituyeron por otras de fabricación alemana) y tenían un aspecto que podíamos definir como “con sabor a western”. También, cabe reseñar que en 1942 el Ayuntamiento de Almería obtuvo permiso para recuperar los tramos metálicos de varios puentes de la línea para construir dos pasarelas peatonales y un puente carretero en la rambla de Belén de la capital, donde permanecieron hasta que se urbanizó el cauce en 1991.

Esta publicidad gratuita que ofrece el cine nos proporciona la oportunidad de recuperar parte del antiguo trazado y convertirlo en una VÍA VERDE para facilitar el acceso al paraje (a pie, en bicicleta y a personas con movilidad reducida) a través de un tramo de gran belleza paisajística y, con ello, fomentar el turismo en la zona. Ya tenemos un ejemplo de éxito en la provincia, como es la Vía Verde de Lucainena de las Torres, una iniciativa que ASAFAL alentó en el año 1999, recogida y llevada a cabo por este municipio, siendo una realidad años más tarde.

La propuesta consiste en la adecuación del trayecto que discurre entre el parque de las Moreras, un lugar de esparcimiento muy concurrido, y El Chorrillo, cubriendo una distancia de unos 5 km. aproximadamente. El recorrido se inicia en las proximidades del mencionado parque y discurre en trinchera por la margen izquierda de la rambla de San Indalecio tras salvar con un puente la rambla de Ayuso. Llega a un punto en que vuelve a cruzar otra rambla, la de Espinaza, mediante un viaducto con cuatro apoyos intermedios y, a partir de aquí, va subiendo el trazado en terraplén por el llano hasta llegar a la estación de carga de El Chorrillo, donde aún permanecen en pie varias construcciones del ferrocarril, como el edificio de la estación y el depósito de locomotoras que, debidamente restaurados, pueden emplearse para nuevos usos relacionados con el entorno.

Esta futura vía verde cumpliría una doble misión: una, la de conservar el patrimonio industrial que nos ha llegado; dos, fomentar el turismo, con el consiguiente aumento de la actividad económica. El paraje reune unas condiciones excepcionales gracias a su alto valor paisajístico, unos baños termales con plena actividad, proximidad a la capital y otras zonas turísticas, muy bien comunicado por autovía y carretera, su pasado histórico y lugar de cine.

Lo tiene todo a su favor. Solo queda que esta iniciativa, al igual que ocurrió en Lucainena, pueda ser recogida por las Administraciones competentes y ser una realidad en poco tiempo. Los que amamos esta tierra lo agradeceremos».

ANTONIO AGUILERA CANTÓN

Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (ASAFAL)

Artículo publicado en DIARIO DE ALMERÍA el 3 de febrero

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