Amigos de la Alcazaba nació en 2004 y ese mismo año., para qué esperar más, denunció el caso a los medios de comunicación. ¿Por qué hay humedades en las murallas de la Alcazaba? En 2006 volvimos a la carga. EL MUNDO informó entones (12/12/2006) “La Junta reconoce que lleva 11 años detrás de quitar las manchas de humedad de la Alcazaba”. La Megajefe Ana Celia Soler pidió tranquilidad, pues “hay un seguimiento constante del caso” y “llevamos trabajando en solucionar éste y otros problemas desde el año 1995”. Ana Celia se mostró confiada “pues estas humedades no afectan a la estructura de la Alcazaba” y aseguró que “lo no podemos hacer es ponerlo todo pata arriba en dos días”. ¿Dos días? ¡Si ya llevamos 21 años!
Mientras, el entonces alcalde Luis Rogelio Rodríguez-Comendador malmete lo que puede, que es lo propio, y apunta que “si el consistorio fuese el ancargado de los monumentos de la ciudad “estarían en mejores condiciones porque la Junta no tiene interés en cumplir sus competencias”. Cultura replica que el Ayuntamiento no cuida del entorno. Poirot propone una solución salomónica: que la Alcazaba pase al Ayuntamiento y el entorno a Cultura. ¡Ay, señor, más de lo mismo todos los días
La Delegada Yolanda Callejón no tuvo tiempo de preocuparse del Caso de las Humedades. Bastante tenía con inaugurar dos de los engendros patrimoniales de Almería: el Mausoleo de Abla (rebautizado como el “urinario del bar “El Pintao”) y las murallas de acero corten de la Hoya (“Las dos heridas”). Las dos nos costaron 1 millón de euros., pero no había dinero para mantener abierto el Centro Patrimonial “Puerta de Almería” (que se cerró durante 5 años) y la Alcazaba cerró los lunes. Ese año los recortes de los presupuestos de Cultura para Almería fueron del 55% mientras que en el resto de Andalucía la media fue del 27%. ¡Cómo para preocuparse de humedades!
Tras 17 años de investigaciones el Caso se paraliza. El Megajefe Antonio Lucas era muy pesimista. Preguntado por los periodistas si estaba entre sus prioridades resolver el Caso de las Humedades y el Caso del Acero Corten de la Muralla de Jayrán, Antonio Lucas dijo con esa autenticidad que tienen los hombres de pueblo: no, “porque no hay un duro para quitar o poner nada”. Por tanto “el acero corten y las humedades seguirán en las murallas de la Alcazaba sine die” (8/06/2012)
El pasado año la Delegada Isabel Arévalo dio un paso adelante y quiso acabar con esta situación de indefinición, aclarando de manera rotunda y científica que las manchas sobre las murallas de la Alcazaba “no es humedad real”. Preguntada ¿pos-que-eh-lo-que-eh?, Isabel Arévalo mantuvo unos segundos de intrigante silencio, que se hicieron eternos, y respondió: “”esa aparente humedad que no es tal; se debe a una “interacción de materiales”. Y remachó con una amplia sonrisa, “existen informes técnicos que avalan esta cuestión”. (Europa Press, 15-01-2015)
El caso parece resuelto. No hay nada que temer. La población puede estar tranquila. Sólo esperamos ya que los restauradores, secadores en mano, acaben con las antiestéticas manchas de la Alcazaba.
Poirot está desesperado. No encuentra solución al Caso de las Humedades de la Alcazaba. Tampoco los Megajefes han colaborado mucho. Pero de pronto se reabre la investigación con una nueva versión, la de la Directora de la Alcazaba, María Luisa G. Ortega, que informa a Europa Press (05-04-2016) que “ ha realizado en los últimos meses una actuación para impermeabilizar las fuentes” y de este modo “frenar la aparición de humedades”. Bueno, quizás tampoco se consiga así pero al menos contribuirá al ahorro de agua de cara al riguroso verano almeriense.
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