La concentración en las puertas de la Alcazaba contra los recortes horarios de verano de la Alcazaba y el Museo, convocada por el Comité de empresa de los trabajadores de estos dos monumentos, ha contado con el apoyo ciudadano, políticos de algunos partidos, Amigos de la Alcazaba y los colectivos vecinales la Traiña y Casco Histórico. Los argumentos pueriles de la Consejería de Cultura, que justifica estos recortes porque hacer calor en verano, han sido contestados con profundo malestar y señalando los perjuicios en el turismo, la economía y nuestro patrimonio. Así se ha subrayado en el manifiesto, y letrillas carnavalescas, leídas por Juan José Ceba a las puertas del monumento:
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La Consejería de Educación, Cultura y Deportes, sigue desafinando de manera irresponsable en Almería y su provincia. No creemos que sea la forma de valorar y dignificar la Alcazaba y el Museo, la disposición caprichosa y arbitraria –que anuncian- de tenerlos cerrados, vacíos de visitantes, en el horario de verano por la tarde –ante el descubrimiento súbito del calor- en la época de mayor afluencia de turistas a nuestra tierra, y en un tiempo en que, la vecindad almeriense, tiene más posibilidades de acudir a visitarlos. Es un contrasentido, cuya explicación grotesca parece esconder algunas otras intenciones inconfesables e inquietantes. ¿Qué significa esta reducción de horario en las tardes, que es cuando acude más personal a disfrutar y a conocer la historia, el arte y la cultura?
Se mire como se mire, este es un golpe sin precedentes contra el turismo y el patrimonio, que no aceptamos de ninguna de las maneras.
La desafinación estrepitosa de la Consejería de Cultura, en Almería, ha sido ya merecedora de tirones de orejas judiciales, por su sostenida irresponsabilidad sobre el patrimonio. Ya está bien del desprecio reiterado a esta provincia y a sus gentes. Ya está bien tanto despropósito que no parece tener fin. Han sido largas y abundantes las protestas ciudadanas de esta provincia, y de los colectivos que luchan por una justa valoración de nuestro legado, ante el cúmulo de aberraciones que llegaron –durante décadas- y siguen llegando; que han puesto en peligro, de continuo, el legado histórico, cultural y arqueológico. Ya está bien. ¿Cómo puede concebirse esta terquedad de un abandono tan deplorable sobre el patrimonio, y con los Museos provinciales incluidos en la red andaluza de Museos? Llevan décadas desatendiendo a edificaciones declaradas Bien de Interés Cultural, o que tendrían que haber sido declaradas hace mucho tiempo y hoy están en trance de ruina y desplome.
Nos preguntamos cómo es posible que haya que estar en guardia permanente, para ver qué nueva trapisonda o disparate nos tienen preparado, quienes olvidan que han de velar, salvaguardar, defender y dignificar el patrimonio provincial, en vez de aparecer como su más temible enemigo. Su bien documentada historia de desprestigio abarca ya largas décadas. Nos sigue produciendo perplejidad que, los responsables provinciales de la Consejería de Cultura, acepten –sin cuestionar- las imposiciones que llegan desde Sevilla, y que a todas luces constituyen un serio revés para el turismo y la cultura. Y más aún, para el comercio de Almería, que ha de verse dañado con la disminución de visitantes, en un momento donde impulsar la economía es lo más serio que se puede hacer por las gentes de esta tierra. Si, ya está bien.
Queremos que, en la Consejería de Cultura, entiendan con claridad este mensaje de la ciudadanía: no vamos a consentir ningún atropello más (y este lo es, y desproporcionado). No vamos a permitir de manera alguna que cierren por la tarde la Alcazaba -el primer monumento de Almería y menos aún durante la celebración del Milenio del reino de Almería- así como el Museo, durante los veranos. Que apoyamos a los trabajadores –hombres y mujeres- de estos dos centros esenciales de nuestra historia, y que van a tener nuestro apoyo y solidaridad en todo momento. Ya está bien con tantas disposiciones arbitrarias y caprichosas (que parecen encerrar el sismo encubierto de recortes y algo por llegar más inquietante). Ya está bien. Con nuestra indignación absoluta.
(Y ante la llegada crítica del Carnaval, vayan estos versillos dedicados:
Juan José Ceba
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