Asociación Amigos de la Alcazaba
El Palacio de los Góngora será adquirido por el Ayuntamiento de Almería, porque “representa una parte esencial de nuestra historia urbana y su conservación es una inversión de futuro para nuestra ciudad”, ha declarado la alcaldesa de la ciudad.
Pero hace ocho años el Ayuntamiento quería demolerlo, basándose en un informe técnico de ruina de 2013 (expediente 2013/018) , que establecía que se trataba de un edifico de “ruina física inminente”. Pero pese a los posibles “peligros de desprendimientos” el Ayuntamiento de Ramón Fernández-Pacheco anunció el inmisericorde derribo en 2017. Para entonces la Casa Palacio de Góngora estaba desprotegida legalmente, de acuerdo con el PGOU vigente de 1998, pese a que en el proyecto de PGOU 2007 se consideraba “de un alto valor histórico-artístico” y “una de las casas más antiguas que se conservan en la ciudad”. Hablamos de un edificio con más de doscientos años de antigüedad, con escudo nobiliario, patio interior con cuatro arcos sobre capiteles de orden toscano, tiro de escalera y paredes con arcos de medio punto con bóvedas de crucería.
Al anuncio de demolición Amigos de la Alcazaba respondió una movilización ciudadana y sus Banderas Negras salieron a la calle, a la vez que se reunía con el alcalde y le pedía que detuviera el derribo, acelerara su protección legal y su compra para el patrimonio municipal. El alcalde se comprometió entonces “a estudiar las posibilidades legales para defender la casa, y mientras tanto no derribarla”.
Según la presidenta de Amigos de la Alcazaba, Maite Pérez, “Amigos de la Alcazaba no solo conseguimos que efectivamente no se derribara nuestro patrimonio, sino también que se protegiera legalmente, pues un mes después, fue incorporado al Catálogo Municipal con el nivel 2, lo que quiere decir que cuando se quiere, se puede”.
“Quedó pendiente la adquisición municipal – indica Maite Pérez- que ese mismo año 2017 volvimos a reivindicar en un debate público con la participación de los cinco partidos políticos más importantes de la ciudad, con el objetivo de que la suerte del Palacio Góngora fuera la misma que la Casa Valente o el Chalet de la Marina, también salvado por Amigos de la Alcazaba”.
Pero el Ayuntamiento tenía la idea de subastarlo a manos privadas y lo puso a la venta por 346.726,05 euros, primero el año pasado y por segunda vez el mes pasado, con el argumento de esta solución es “más eficaz y acorde al interés público”, según su concejala de Urbanismo. Maite Pérez denunciaba en prensa: “¿Por qué esta insistencia? No será por el precio, pues con el presupuesto de las obras del Paseo, por ejemplo, podrían comprarse ¡40 Palacios Góngora! ¿Entonces, por qué este Ayuntamiento se empeña en que la ciudad no enriquezca su patrimonio histórico municipal?”. Afortunadamente, nadie licitó por él.
“Así que, por fin, ocho años después los almerienses podemos felicitarnos de haber impedido la pérdida de uno de los edificios más antiguos de nuestra arquitectura tradicional y convertirlo en un edificio público, que seguro que disfrutaremos, nosotros y nuestros descendientes”, apunta.
La Asociación Amigos de la Alcazaba concluye: “Felicitamos al Ayuntamiento, que al final ha recapacitado. Guardamos las Banderas Negras e izamos las Banderas Blancas”.