VISITA A LA EXPOSICIÓN «JESÚS DE PERCEVAL: MEMORIA FOTOGRÁFICA». ESTE MIÉRCOLES-17 A LAS 19 HORAS EN EL CENTRO DE ARTE MUSEO DE ALMERÍA
VISITA DE LA AAAA, este MIÉRCOLES-15 a las 19:00 horas
EXPOSICIÓN: «JESÚS DE PERCEVAL. MEMORIA FOTOGRÁFICA»
CENTRO DE ARTE MUSEO DE ALMERÍA
Nos guía: MARÍA DOLORES DURÁN, profesora de Historia del Arte y especialista del Movimiento Indaliano yde la figura de Perceval, además de miembro fundadora de la AAAA
Visita gratuita y exclusiva para asociados/as de la AAAA
Todos conocemos a Jesús de Perceval: Pintor almeriense del siglo XX, creador del Movimiento Indaliano. Pero Perceval fue más, mucho más. Restaurador de los daños artísticos de la guerra civil, escultor, animador de la vida cultural almeriense, creador de las tertulias indalianas, descubridor de la plasticidad y la luminosidad de la chanca, arqueólogo aficionado… y también fotógrafo, un muy buen fotógrafo.
Desde los años 40 hay registros de su afán por la técnica de la fotografía, aunque es a mediados de los 50 cuando desarrolla toda su creatividad. Su temática es variopinta, destacando sus retratos y ambientes familiares, pero con un punto irónico o socarrón que hace que estas fotografías se vean con cierta sonrisa. Sus autorretratos son muy originales, fieles consignas de su creatividad sin límites. Los personajes de sus composiciones parecen sacados de una película de Felini o habitantes de los paisajes oníricos de Dalí. Y como era de esperar tiene decenas de fotografías sobre la Chanca, como las que vemos en esta exposición. Su mirada trasciende la miseria de los años 50, la rudeza del entorno rocoso, las meras formas geométricas que delimitan los espacios e incluso excede la pura manifestación genética de unos rasgos curtidos por el sol y la necesidad. Al visionar estas imágenes, el espectador no contempla a primera vista la denuncia social que siempre parece ligada a estas instantáneas de las zonas marginales deprimidas, sino la plasticidad de unos volúmenes, el contraste congelado de rostros vivísimos aceitunados, con el blanco y gris de las violentas sombras que salpican el lienzo real, demasiado real, de una cruda existencia en una plástica miseria.
Mª Dolores Durán Díaz
con su muerte, se perdió el gran hombre que fué,
las grandes visiones para su querida Almeria y aún no he visto que esa almeria y los almerienses en general lo hayan valorado y homenajeado como se mereció