Pedro Gurriarán y la restauración de las murallas

Pedro Gurriarán explica el color original de la Muralla Norte y el Muro de la Vela en la primera actividad de “La Alcazaba que queremos

  • Amigos de la Alcazaba y el Conjunto Monumental iniciaron ayer este programa que cada mes analizará aspectos y novedades del atractivo patrimonial más importante de la provincia

  • El arquitecto restaurador explicó la intervención realizada en esos dos elementos, han descubierto que la Alcazaba era de color blanco y no de color terroso

 

La asociación Amigos de la Alcazaba y el Conjunto Monumental celebraron ayer la primera de las actividades de ‘La Alcazaba que queremos’ y que, una vez al mes, permitirá ahondar y conocer de primera mano detalles de las más recientes actuaciones que se están realizando en el monumento y en su entorno, así como otros aspectos relacionados con su historia. Este estreno fue protagonizado por del arquitecto restaurador Pedro Gurriarán Daza, que habló sobre “Una nueva visión de la Alcazaba de Almería a través de sus últimas restauraciones: la Muralla Norte y el Muro de la Vela”, en la Ermita de la Alcazaba, repleta de público.

La presidenta de Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez, apuntó en su presentación que el programa ‘La Alcazaba que queremos’ un proyecto ilusionante y creemos que también muy necesario. El título se refiere al doble significado de “Queremos”, la Alcazaba que amamos, la que apreciamos, y la Alcazaba que nos gustaría conseguir: un monumento que vea resueltos todos los déficits que ha acumulado a lo largo de mucho tiempo de tanto, en el que no ha recibido la atención e inversiones que necesita y merece para su restauración e investigación, además de que sea un monumento cercano a los almerienses y auténtico corazón del patrimonio de la ciudad. Por eso queremos darle el protagonismo que merece y situarla en el centro de la reflexión y debate sobre todos los planes y proyectos que afectan al Conjunto Monumental y a su entorno, y por tanto a toda la ciudad”.

Y eso fue lo que hizo el arquitecto restaurador Pedro Gurriarán. Explicó la intervención realizada tanto en la Muralla Norte como en el Muro de la Vela que, en ambos casos, ha permitido demostrar que el color original de las murallas era blanco, y no terroso, en contra de lo que se podría pensar. “Hay que tener en cuenta, explicó Pedro Gurriarán, que las murallas, por su propia función, fueron hechas y rehechas, “restauradas”, a lo largo de sus mil años de historia, y que su fisonomía actual, que consideramos como la “auténtica”, es sobre todo la que hemos heredado de la labor restauradora de Francisco Prieto Moreno, que durante cuarenta años intervino en diferentes partes del monumento”.

“Pero la intervención que hizo Prieto Moreno fue muy intervencionista, ya que en la segunda mitad del siglo XX la tendencia era reconstruir desde la visión idealizada sobre cómo tenía que ser una fortaleza medieval, cosa que en nuestros tiempos no sería aceptable.  Por ello, además, las actuaciones de Prieto se centraron en la cara sur, la parte visible desde la ciudad el mar y muy poco en la norte, una zona abandonada, lo cual nos ha permitido encontrarnos con los materiales más antiguos y descubrir que los enfoscados y enlucidos originales de la muralla eran blancos”.

 “Naturalmente, tal como manda las normas actuales de restauración del patrimonio, que obliga a diferenciar lo original de lo reconstruido, nuestro equipo de restauración ha replicado el original, pero realizando esos enfoscados un centímetro más adentro”. Lo mismo ocurre con la Torre de la Vela, que estamos terminando de restaurar, con la que se ha seguido el mismo procedimiento”.

 Según Gurriarán, este hallazgo provoca que se haga “una regeneración visual de la Alcazaba, porque más que una fortaleza mimetizada con el paisaje, camuflada, lo que se pretendía era que luciera con esplendor, que se viese a lo lejos como un símbolo del poderío de la ciudad”.

Tras su intervención, el arquitecto guio al público asistente a hacer un recorrido por el Mero de la Vela y la Muralla Norte, mientras contestaba a las preguntas.  Un itinerario que, además, contó con la sorpresa de la música en directo del trompetista David Galera, de Clasijazz, que improvisó melodías arabescas en modo frigio, aportando la guinda a una tarde didáctica y constructiva.

Próximas citas

El próximo 15 de diciembre Amigos de la Alcazaba y el Conjunto Monumental analizarán el proyecto del Parque de la Hoya, con Vicente Manuel Morales Garoffolo y Juan Antonio Sánchez Muñoz, los autores del proyecto ganador y a los que la Asociación ya invitó en 2014 en su Foro Alcazaba. En enero estará Antonio Orihuela, responsable de la restauración de las murallas del Cerro de San Cristóbal, cuyas obras se han aprobado esta semana.

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