“EL POSTE DE LUZ MÁS ANTIGUO DEL MUNDO. Una torre de la histórica muralla de Jairán sirve de soporte para el cableado en una zona de Pescadería a pesar de ser un BIC”. Artículo de Sergio González Hueso, IDEAL, 15-07-2014

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«Además de contar con una de los contextos geográficos más impresionantes del mundo, Almería puede sentirse orgullosa de contar, para su gloria, con un poste de la luz del siglo XI. Concretamente construido entre los reinados de los dos primeros monarcas de Taifas, el de Jairán y el de Zuhayr. Ni siquiera los historiadores saben con precisión la fecha exacta en la que se levantaron, si acaso, «las dos obras más importantes tanto por importancia como por envergadura que quedan en pie de esta época», cuenta Lorenzo Cara Barrionuevo, uno de los arqueólogos e historiadores más prestigiosos de la provincia.

Según indica, quedan pocos vestigios de esta cortina que protegía de las amenazas externas al recién creado reino independiente nacido de la desintegración del Califato de Córdoba. «Solo quedan en pie cinco torreones, dos en esta zona, que además era sin duda de las más importantes de la ciudad», cuenta el arqueólogo, quien está curado de espanto ante el poco respeto que se le tiene por estos lares al patrimonio histórico-artístico «por muchos milenios que se conmemoren».

Quizás sea por este motivo, la celebración de esta efemérides, por lo que se hace más sorprendente que uno de los pocos testigos de parte de la maravillosa historia almeriense, la que evoca a un pasado de esplendor y desarrollo con vistas al mar y a su rica pesca; con el mármol de las minas de Macael y los tejidos de lujo de seda, oro y plata, sirva para algo tan vulgar como para sujetar un tendido eléctrico. ¿Cómo han llegado los cables hasta ahí? a día de hoy es un misterio más grande que el de los fantasmas del Teatro Cervantes.

José Campoy, vecino ilustre del barrio de La Chanca, fue quien se dio cuenta del hecho, un tanto cómico, en una de sus tradicionales rutas guiadas que hace por la zona. «Mientras contaba la historia de los torres lo vimos y no nos lo podíamos creer. No es normal que se perfore un monumento del siglo XI para sujetar unos cables», dice Campoy, que con sorna añade: «Eso solo pasa en Almería». Por ello, quizás, se ha decidido a presentar este martes dos escritos tanto en el Ayuntamiento como en la Junta en los que se queja del enésimo despropósito de las instituciones en cuanto a la conservación y protección de las joyas históricas de la ciudad.

Esta ‘perforación eléctrica’ no puede más que unirse a la amplia lista de desatinos que encabezan, sin dudas, el abandono de la Antigua Estación, las humedades o la rehabilitación con acero corten en La Alcazaba, o la pésima situación del Hospital Provincial, cuyas llaves acabaron tras una cesión en una caja de zapatos.

Con estos precedentes, es normal que la profesora de Historia del Arte de la Universidad del Almería, Rosario Torres, crea que esto es simplemente «otra agresión brutal al patrimonio histórico almeriense». Aunque para ella en esta haya algo de paradoja: la celebración de la efemérides. «¡Es que estos son los torreones que justamente construyeron los reyes del Milenio!…», exclama.

Pío, pío que yo no he sido

¿Pero de quién es la responsabilidad de que un Bien de Interés Cultural (BIC) haya acabado perforado y utilizado para ayudar en el suministro de servicios públicos? En principio, no parece de nadie. La Consejería de Educación, Cultura y Deportes es la encargada de salvaguardar los bienes especialmente protegidos como el torreón. Sin embargo, desconocían este hecho.

Al respecto, fuentes de la Delegación indican que es el Ayuntamiento el que tiene que comunicar a Cultura cualquier actuación que afecte a los BIC. En este caso, destacan que de haber llegado la solicitud jamás se hubiera permitido realizar dicha instalación eléctrica, puesto que la línea que siguen es, precisamente, «la de eliminar todos los elementos que puedan contaminar los bienes de interés cultural». De hecho, estas mismas fuentes aseguran que este martes un inspector irá a la zona para recoger en un informe si el montaje vulnera o no las leyes del Patrimonio. De ser así, «se iniciaría la incoación de un expediente sancionador», dicen.

Por su parte, desde el Consistorio almeriense niegan que hayan tenido algo que ver en dicha instalación, ya que a nivel municipal no se ha llevado a cabo en la zona ninguna actuación que haya implicado un desvío de servicios, que es lo que parece que ha ocurrido. Si acaso, la última obra que recuerdan es la que llevó a cabo la Empresa Municipal de Suelo de Andalucía, dependiente de la Junta, cuando derribó los edificios de Torreones, situados -¿casualidad?- justo al lado»

Sergio González Hueso, «IDEAL»

Denuncia de Amigos de la Alcazaba en 2009. Los cables, como puede apreciarse, inalterables en los últimos 5 años



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