El torreón de San Miguel de Cabo de Gata prueba suerte

Su rehabilitación es una de las apuestas para Almería 2020, pero no es propiedad municipal

Torre García no es la única atalaya objeto de reclamaciones. En sus escritos, Amigos del Parque ha denunciado el «deplorable estado de conservación» del Torreón de San Miguel de Cabo de Gata, uniéndose de esta manera el colectivo a las iniciativas vecinales dirigidas a conseguir la rehabilitación de esta edificación y su posterior uso público, para el cual se lleva más de un año recogiendo firmas.

Torreón de San Miguel de Cabo de Gata.

No son apreciaciones que pudieran desautorizarse, ya que los propios técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía han certificado el estado deterioro de esta otra emblemática atalaya, que lleva cerrada desde la década de los 80, con la elaboración del pertinente informe que ha dado pie a la solicitud de ejecución de las obras de consolidación oportunas a su titular. Según la información del catastro, continúa siendo propiedad de la Dirección General del Patrimonio del Estado. La respuesta gubernamental en este caso ha sido la misma que para la torre vigía de Retamar. Ninguna a Cultura y, desde el Ejecutivo, también se ha descartado inversiones a corto plazo, si bien San Miguel puede correr más suerte en manos del Ayuntamiento.

Desde hace años, el Consistorio de la capital intenta hacerse con su titularidad o llegar a acuerdos que permitan desarrollar un proyecto de rehabilitación que ha ido saltando de legislatura en legislatura y de plan turístico en plan turístico. Puede que el turno se lo ofrezca la nueva oportunidad de ayudas del programa Europa 2020, al que aspira Almería con una solicitud de subvención que suma en su conjunto (incluida la aportación municipal), 18,7 millones de euros con 17 líneas de actuación, entre las que la portavoz del equipo de gobierno municipal, María Vázquez, incluyó en diciembre el proyecto del Torreón de San Miguel para su apertura al público como centro de operaciones del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, albergando, en la primera planta, una oficina turística y club de playa para hoteles y empresas complementarias y, en la segunda, un museo dedicado a la pesca.

Es el proyecto sobre el que trabajó la empresa Almería Turística durante la pasada Corporación. Permanece guardado: la titularidad de la atalaya, construida en 1756, no es municipal.

M. V. R. (Diario de Almería, 25-1-2016)

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