23 COLECTIVOS PERTENECIENTES A 16 LOCALIDADES DE LA PROVINCIA DE ALMERÍA ASISTIERON AL II ENCUENTRO DE ASOCIACIONES Y AGENTES SOCIALES PORLA DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE ALMERÍA

De derecha a izquierda,  Delegada de Cultura, Presidenta de Amigos de la Alcazaba y  Jefe del Centro de Formación y Difusión del IPHA

Bajo el título, «El patrimonio almeriense en tiempos de crisis», 23 asociaciones y  otros tantos especialistas y personas vinculadas con la defensa del patrimonio  de nuestra provincia se han dado cita en Almería, atendiendo a la convocatoria de la Asociación de Amigos de la Alcazaba, para debatir sobre el estado actual de nuestro amplio y frágil patrimonio cultural y elaborar propuestas de intervención para su protección y puesta en valor. 

 Hasta un total de 60 personas han participado activamente en el desarrollo de la jornada, que inauguraba la Delegada Provincial de Cultura Yolanda Callejón, que incidía en que ahora más que nunca, con una reducción drástica del presupuesto dedicado a su departamento, era el momento inexcusable para agilizar la coordinación entre las diferentes administraciones (local, provincial y autonómica), así como para corresponsabilizar a los propietarios de bienes culturales en la función de su defensa y  difusión que la nueva   Ley del Patrimonio Andaluz les encomienda.

 A continuación Carlos Romero, responsable del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, señaló la especial vinculación del patrimonio natural y cultural con  la pervivencia de un modelo de desarrollo sostenible, en el que el objetivo principal deben ser las personas y su calidad de vida, por encima de cualquier planteamiento meramente mercantilista que considere el patrimonio como un simple producto de consumo de masas, llegando a la conclusión de que en la actual situación,  el turismo de tipo cultural puede ser una opción muy interesante  por cuanto genera riqueza, emplea mano de obra directa e indirecta, influye en la mejora de las infraestructuras locales, fija a la población de comarcas poco desarrolladas, favorece cambios sociales respecto a la conservación del patrimonio o fomenta  la producción artesanal propia. Por eso propone que las estrategias turísticas deben ir dirigidas al enriquecimiento del patrimonio y de la cultura, y no a su simplificación, banalización y destrucción. 

 Amigos de la Alcazaba por su parte, hizo hincapié en la importancia del voluntariado y de la participación ciudadana a través del movimiento asociativo en el ámbito cultural. Criticó el poco margen que la legislación permite para la participación de la sociedad civil en temas culturales, así como la interpretación restrictiva de la misma por parte de los responsables políticos que impide tozudamente que las asociaciones estén representadas en la Comisión Provincial de Patrimonio o en la de algunos de sus monumentos más emblemáticos. Por último, se refirió al drástico recorte que han sufrido los presupuestos generales del año 2011 destinados a cultura, que en Andalucía pasan de 246 millones a 187 (un 24% menos) y en Almería de 7 a 3,2 millones (un 55% de reducción). Por ello, después de descontar una cuarta parte para personal y gastos corrientes  y otra para la primera fase de intervención en el Cable Inglés o el Centro de la Imagen,  solo quedan para el resto de partidas un exiguo presupuesto de 675.000 euros, a todas luces totalmente insuficientes para acometer los grandes retos de conservación de los más de 2000 elementos patrimoniales con que cuenta nuestra provincia.

 Las diferentes asociaciones presentaron  a continuación sus comunicaciones para dar cuenta del estado de «sus monumentos». La Asociación de Defensa del Palacio de Almanzora incidió en la cantidad de flecos que quedan aún por cerrar para que el palacio tenga por fin titularidad pública, se redacte el proyecto integral para su rehabilitación y se le pueda dar el uso de centro cultural comarcal,  aspiración generalizada en todo el tejido social del valle del Almanzora.

Amigos del Ferrocarril, por su parte, puso máximo énfasis en la necesidad de preservar el antiguo trazado del ferrocarril Alhamilla-Almería seriamente amenazado por intereses urbanísticos y que podría ser, como ha ocurrido en la antigua línea Lucainena-Aguamarga, un elemento dinamizador del turismo senderista y de naturaleza tras su conversión en una vía verde.

La Asociación Jhon Lenon Forever recordó las enormes posibilidades de turismo cultural que reúnen la mayoría de los emplazamientos que han formado parte de las localizaciones de las grandes producciones cinematográficas que se han rodado en Almería. 

Los Amigos del Castillo de Vélez Blanco siguen llamando la atención sobre lo poco que se ha hecho en el mismo desde que la Consejería lo adquirió en el 2005; así sigue siendo visitable solo el patio y una de sus salas. Aún no se ha adoptado una decisión sobre la restauración de dicho patio una vez escaneado el original en el museo Metropolitano de Nueva York, y  lo más importante, todavía no se ha realizado el plan director del monumento que ha de determinar cuál es el uso cultural que se le va a dar. 

 La comunicación del Centro Virgitano de Estudios Históricos ponían de manifiesto los excesos de los muchos interventores institucionales  que actúan la mayoría de las veces de forma descoordinada, con una política patrimonial incoherente e inmediata que no tiene en cuenta la viabilidad de muchos de los proyectos que lleva a cabo y en el que  las asociaciones deben  poner la sensatez ante tanto «despilfarro»,  presentando propuestas globales de ámbito comarcal que superen el excesivo localismo que prevalece en muchas de las decisiones que se adoptan respecto al patrimonio.  

La Asociación Athenáa reprochó que en el momento actual no solo es escaso el presupuesto dedicado a política cultural, sino que también son muy pocas las ideas que se generan sobre qué hacer con este patrimonio; así la mayoría de las intervenciones se producen ante la urgencia de un deterioro grave, pero sin continuidad, no teniendo en cuenta el mantenimiento que esa intervención supone, ni mucho menos la puesta en valor del objeto cultural intervenido.

 El Foro de la Chanca sigue reivindicando el cambio profundo, desde el punto de vista social y económico, que se puede producir en el barrio si se apuesta por el enorme patrimonio histórico, paisajístico y etnográfico con el que cuenta y que está íntimamente ligado al nacimiento y evolución de la ciudad de Almería. Dentro  de este marco, y a través de la Peña Flamenca de la Chanca, se vuelve a incidir en la capacidad integradora del  flamenco como forma de expresión artística y como motor de desarrollo cultural que apoye a  los artistas del barrio y que sirva también para atraer a  los potenciales visitantes rompiendo esa frontera física y sicológica que separa a este barrio del resto de la ciudad.

El Club Unesco de Pechina además de dar a conocer la intervención que está realizando a través de jóvenes del Bajo Andarax para difundir y dar un uso real a los centros de interpretación del Plan Turístico Comarcal, cogió el testigo de las reivindicaciones «chanqueras» y se comprometió a iniciar las actuaciones para que este barrio sea reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

 Ecologistas en Acción abogó por la protección integral del medio ambiente considerado éste como la unión entre el patrimonio natural y el cultural, que tiene su expresión más clara en la multitud de paisajes humanizados por la actividad del hombre a lo largo de la historia y cuyo elemento más frágil en la actualidad lo constituyen las infraestructuras relacionadas con la agricultura y ganadería tradicional (aljibes, pozos, molinos, cortijos, vías pecuarias, etc.).

La Plataforma Salvemos Turaniana volvió a recordar las enormes posibilidades que entraña el yacimiento romano de la ribera de la Algaida, que no solo están infrautilizadas, sino que además están expuestas a los intereses urbanísticos dada su cercanía a la costa y a los grandes residenciales turísticos del poniente almeriense. Igualmente la Plataforma de Defensa de la Molineta se refirió al momento de tensa espera que se vive en torno al futuro de esta zona natural, mientras no se recoja en el nuevo PGOU de la ciudad de Almería como zona verde y se agilicen los trámites para que sea declarado como Parque Periurbano, tal y como recoge el POTAUA.

Para terminar esta ronda, el Foro “El Guadalquivir nace en Almería” hizo una defensa pormenorizada de las razones de tipo histórico y científico que les mueven para realizar esta reivindicación, así como de las posibilidades culturales y turísticas que reportaría para la comarca de Los Vélez el que se hiciera este reconocimiento.

 Por último todos los asistentes entraron en un fructífero debate cuyas conclusiones pueden agruparse en los siguientes apartados:

 a) Relacionadas con el patrimonio provincial y sus deficiencias:

 Se critica la gran reducción de los presupuestos provinciales destinados a cultura, y que la mayoría de ellos sea para eventos culturales pasajeros en detrimento de las inversiones en patrimonio, lo que acaba  deslegitimando a las administraciones por su falta de compromiso.

Se necesita mucha más imaginación, trabajo y protagonismo de las asociaciones, que debe unir las acciones reivindicativas con presentación de   propuestas viables  y alternativas a la carencia de ideas y de proyectos de los que hacen gala las administraciones y los propietarios particulares de bienes patrimoniales.

 El desconocimiento de nuestro patrimonio por gran parte de la ciudadanía es aún una asignatura pendiente del movimiento asociativo, por lo que hay que utilizar todos los recursos posibles para superar esta situación. Se propone en este sentido la generalización del uso de los medios de comunicación y de internet para sensibilizar a la población difundiendo los valores de nuestro patrimonio y los peligros que lo acechan.

 El patrimonio puede ser una gran oportunidad de desarrollo y de creación de riqueza en los entornos más próximos a su localización, por eso hay que reclamar la acción coordinada de las administraciones locales, el empresariado, la ciudadanía en general y el movimiento asociativo para propiciar que las intervenciones se realicen con sentido común y con expectativas de futuro sostenible. 

 b) Relativas a las relaciones entre las diferentes asociaciones de patrimonio:

 Es necesaria una coordinación más fluida entre las asociaciones de patrimonio, que además del intercambio de información y el asesoramiento sobre temas jurídicos u organizativos, permita el apoyo puntual de unas a otras en las acciones que se realicen, e incluso la organización de actividades conjuntas.

 Aunque se hace una autocrítica por el escaso funcionamiento que ha tenido la red de asociaciones que se creó en el anterior encuentro, se ve la conveniencia de su continuidad para que su coordinadora actúe como una especie de secretariado permanente que periódicamente (una vez por cuatrimestre) convoque encuentros de diagnosis y seguimiento del estado de nuestro patrimonio, o movilice a todos las entidades asociadas cuando la envergadura de la problemática patrimonial así lo aconseje.

La coordinadora de dicha red  estará formada por las asociaciones: Casa museo Ibáñez, Plataforma Salvemos Turaniana, Ecologistas en Acción, Club UNESCO de Pechina y Amigos de la Alcazaba.

También se propone la coordinación a nivel andaluz a través de una especie de  Observatorio Permanente que formarían empresas culturales, asociaciones de patrimonio, investigadores y administraciones  que permitiría intervenir activamente en los lugares en que se toman las decisiones políticas que afectan al patrimonio.

 c) Referentes a la relación de las asociaciones con la Administración:

 La Consejería de Cultura hoy en día nos es la única interlocutora en temas de patrimonio, pues muchos de los recursos e intervenciones sobre el mismo se realizan a través de las Consejerías de Turismo, Empleo y Medio Ambiente, de fondos de la Unión Europea, o de otras entidades y organismos, lo que nos lleva a la necesidad de dirigir hacia estas Administraciones parte de nuestras propuestas y reivindicaciones.

Las asociaciones tienen que reivindicar políticas  culturales comprometidas con el desarrollo sostenible y el bienestar integral de los ciudadanos, huyendo de la cultura oficial efímera, de boato y localista, por lo que deben tener un papel fundamental en el asesoramiento a los técnicos y  políticos que al final son los que toman las decisiones.

 Las asociaciones deben tener un papel protagonista en las Comisiones de Patrimonio, las Juntas Directivas de los PRODER, ADRs, etc., formando parte como un componente más de los órganos que establecen las políticas culturales a realizar  en los diferentes monumentos o entidades comarcales. 

 Las asociaciones deben seguir con su papel reivindicativo, complementado con la presentación de propuestas y alegaciones ante las Administraciones, pero sin renunciar a la realización de actos de  protesta o elaboración de denuncias cuando se produzcan graves ataques a la integridad del patrimonio.  

 

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